Terapia EMDR adultos
La terapia con EMDR es un proceso estructurado que se inicia entendiendo la situación actual de la persona, su historia, la historia de sus síntomas (o de su diagnóstico), recursos personales actuales, etc. para poder conceptualizar y diseñar un plan terapéutico. A continuación, se realizan diferentes intervenciones de estabilización y preparación, que permitan al paciente acceder con seguridad a sus memorias patogénicas. Cuando la persona está preparada, se inician las fases de reprocesamiento y desensibilización, para que el procesamiento natural de los recuerdos se desbloquee y pueda producirse la integración natural de la información y, por consiguiente, se resuelva la sintomatología actual.
Historia presente, pasada y futura
En el tratamiento con EMDR con adultos se trabaja con el presente, el pasado y el fututo.
El presente, porque es importante comprender cómo está la persona en la actualidad, sus síntomas, las situaciones que le disparan, su situación socio-familiar, recursos personales, autocuidado, estilo de apego, etc.
El pasado, para entender qué experiencias fueron la base del problema actual, el evento que pudo precipitar la aparición de los síntomas, qué experiencias pudieron ser agravantes, etc.
El futuro, porque nos interesa saber qué objetivos queremos conseguir y qué se necesita para alcanzarlos.
Plan de trabajo y preparación
Una vez que comprendemos la historia pasada, presente y futura del paciente, se establece un plan de trabajo.
Dentro de este plan de trabajo es muy importante la preparación de las/os pacientes antes del procesamiento de recuerdos. Esta preparación puede tener una duración y características muy diferentes según las necesidades individuales. Generalmente en esta fase se realiza psicoeducación, se instalan o refuerzan las estrategias de regulación emocional y de autocuidado, las habilidades y recursos propios, se instalan recursos, etc.
Procesamiento y desensibilización de los recuerdos diana
Una vez que se considera que el/la paciente está preparada, se puede iniciar el trabajo con recuerdos dianas o “tarjet” según se haya establecido en el plan de trabajo y se inicia la fase de desensibilización que se realiza con estimulación bilateral del cerebro, siendo a través de los movimientos oculares la forma más habitual. Paulatinamente, se van procesando y desensibilizando los recuerdos que puedan estar influyendo más en la sintomatología, según el ritmo del paciente. Se procesan también los disparadores actuales y, por último, se prepara al paciente para situaciones futuras.
